En el Perú esta elección se torna aún más de pronósticos reservados por el contexto de crisis mundial, en salud, en lo económico, social y en especial por una corrupción estructural en nuestra sociedad. El “Financial Times” en un artículo sobre el COVID (06/04/21), hace una comparación del exceso de muertes en todo el mundo desde que comenzó la pandemia y el Perú a pesar de tener una población de 34 millones de personas, se ubica a nivel mundial, primero en: “Total de muertes en exceso en relación con el promedio histórico para las mismas fechas; también se ubica primero en: “Total de muertes en exceso por millón de personas” y quinto en: “Total de muertes en exceso (miles)”. (Anexo 1).
En crisis, las sociedades entrar en pánico y más cuando son del nivel por la que estamos atravesando, y son las clases medias que al ver reducidas sus expectativas y al no tener conciencia social, empiezan a buscar un salvador y mientras más paternalista y conservador pueda ser, se entregarán ciegamente sin ver las consecuencias de sus decisiones y por eso es bueno un poco de historia:
En 28 de julio de este año el Perú “celebrará” el Bicentenario de la Independencia llevada a cabo por Don José de San Martín y así como en esas épocas solo fue nominal, ya que recién los realistas capitulan el 22 de enero de 1826, cuando el Coronel español José Ramón Rodil entrega el Castillo Real Felipe del puerto del Callao, del cual parte meses después; dos años después de las batallas de Junín y Ayacucho en 1824 bajo el comando general de Simón Bolívar.
La referencia viene porque el poder político, económico y social durante el colonialismo español estuvo centrado principalmente en el Virreinato del Perú, por lo tanto, ese poder se resistió en desaparecer con la República, y solo fue un cambio de “patrones”, ya que los caudillos criollos militares y civiles de ese momento tomaron la posta.
Aquí se atrincheró “la crema y la nata de la sociedad virreinal” al qué hay que agregar el término “rancia” de esos tiempos y heredamos como casta todos los defectos del antiguo régimen y aumentado con la voracidad de los nuevos grupos de poder. Entonces podemos entender por qué con el golpe militar del General Juan Velasco (1968) recién se rompe el espinazo a los grupos de poder latifundistas de entonces e instaura un gobierno progresista para la época y que empieza hacer cambios en una sociedad arcaica, patriarcal, clasista, segregacionista, elitista y racista, pero que lamentablemente no afectaron las estructuras del poder.
Hemos visto a la fecha los cambios políticos pendulares en América Latina entre derechas e izquierdas y en los mejores momentos del progresismo y la izquierda latinoamericana, el Perú tenía y tiene hasta ahora gobiernos neoliberales de distintos pelajes y cada uno más corruptos que el anterior, teniendo como triste saldo el de presidentes: presos, investigados, fugados y suicidados. Como sociedad conservadora preferimos: “No importa que robe, pero que haga obra”, la corrupción antes que al cambio y aquí el meollo del asunto.
Ahora vayamos la coyuntura y espero equivocarme, pero parto de la premisa: “Nuevamente la derecha (como en el 2016) disputará la segunda vuelta y gobernarán en el año del Bicentenario”.
Me explico: En el Perú hay 24 partidos políticos inscritos para participar en elecciones, pero por problemas administrativos legales 4 salieron fuera de carrera; 2 partidos solo han presentado listas para Congreso y Parlamento Andino. En consecuencia participan 20 partidos en la elección del domingo 11, pero en candidaturas se han reducido a 18 (2 mujeres y 16 varones).
Sus ubicaciones ideológicas y sus posiciones con respeto a la Constitución fujimorista de 1993 están expresadas en el anexo 2.
Hay 7 partidos que encabezan la intensión de voto en la última encuesta de IPSOS del domingo 4 de abril (Anexo 3): 1- Acción Popular: Yonhy Lescano con el 10%; 2- Juntos por el Perú: Verónika Mendoza con el 9%; 3- Avanza País: Hernando de Soto con el 9%; 4- Fuerza Popular: Keiko Fujimori con el 8%; 5- Victoria Nacional: George Forsyth con el 8%; 6- Perú Libre: Pedro Castillo con el 6% y 7- Renovación Popular: Rafael López-Aliaga (Opus Dei) con el 6%. (Anexo 4).
Lo más saltante de las últimas encuestas (coinciden casi todas) es la gran subida de “Avanza país” y “Perú Libre”, en menor medida “Juntos por el Perú”, el bajón de Acción Popular (-5%) y la caída estrepitosa del grupo fascista de Renovación Popular, luego de la presentación de su representante en el “Debate de Candidatos” organizado por el JNE el 31/03/21, donde López-Aliaga tuvo un pésimo desempeño, hay que tener en cuenta que en marzo estaba en el tercer lugar de las preferencias.
De ésta información podemos ver que de los 7 partidos con posibilidades, 5 son de derecha (en sus variantes) y 2 de izquierda, y qué entre los 5 primeros, cualquiera puede pasar a segunda vuelta y sin descartar a los dos últimos por el margen de error de las encuestas. Indescifrable desenlace, que ni Mandrake el Mago se atrevería a adivinar.
También se tiene que considerar la composición del Congreso (130 curules) que será más atomizada que la actual 2020 (Anexo 5). Los primeros 7 partidos tendrían congresistas y los 5 restantes la posibilidad de tener representación dependiendo de sus votaciones congresales en regiones:
1- Acción Popular; 2- Fuerza Popular; 3- Juntos por el Perú; 4- Avanza País; 5- Victoria Nacional; 6- Renovación Popular; 7- Perú Libre; 8- Somos Perú; 9- Partido Morado; 10- Alianza para Progreso; 11- Podemos Perú y 12- Frepap.
Se vislumbra que el partido que gane el gobierno tendrá la primera mayoría con aproximadamente 20 congresistas y el último partido con representación congresal obtendrá 5 curules. Entonces será un Congreso con mayoría derechista y conservadora, Aquí se abre la interrogante ¿Sí los grupos de derecha fascista harán alianza entre ellos (Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular) y al igual que el Fujimorismo del 2016 donde obtuvo 73 congresistas (Anexo 6) harán obstrucción política al nuevo gobierno? Y por lo tanto otro quinquenio nuevamente perdido con el agravante de la pandemia en alza y crisis económica en todos los sectores productivos del país.
En este contexto adverso para cualquier partido que llegue al gobierno, lo más político, inteligente y sensato es establecer una alianza entre los partidos que estén por la Democracia, la Igualdad, la Distribución Equitativa, la Gobernabilidad y las Oportunidades para todas/os; estableciendo un “Pacto de Punto Fijo” como en Venezuela, el “Pacto de la Moncloa” en España y lo más cercano “la Concertación de Partidos por la Democracia” de Chile. De no ser así se abren las compuertas a las opciones violentistas tanto fascistas como terroristas, ya que el tiempo que tendrá el país para de salir de la crisis será como mínimo de dos gobiernos en la medida que se trabaje por el interés del Perú y sus ciudadanos/as y no de los grupos de poder nacionales o las corporaciones transnacionales. Y el punto de quiebre es el Cambio de Constitución de 1993, piedra angular y soporte del neoliberalismo imperante desde hace más de 30 años y el que ha sido desnudado completamente por el COVID-19, demostrando que el Perú vivía una ilusión hablando de las bondades del “libre mercado” y de su fantástica macroeconomía, mientras que la realidad era 180 grados opuesta a la microeconomía en el hogar de cualquier ciudadano común y corriente.
Otro punto sumamente importante, es que las fuerzas políticas de centro, progresistas y de izquierda empiecen a trabajar una propuesta política seria y responsable para el futuro y la viabilidad del Perú como Nación y discutir la posibilidad de ir en forma conjunta en las elecciones de 2026 y ésta oportunidad se puede plasmar participando a nivel nacional en listas unitarias en las Elecciones Regionales y Municipales del 2022.
El historiador tacneño Don Jorge Alfredo Basadre Grohmann dijo: “El Perú es un problema… pero también es una posibilidad”. Abramos en forma conjunta las puertas de esas posibilidades con humildad para unir nuestras fuerzas por un país mejor y con la dignidad de nuestra estirpe del Imperio del INTI.
Lima, 07/04/2021
Hugo Yupanqui Zambrano, Activista político y social
* “El Último Bastión” es el título de una película peruana realizada por el Canal del Estado “TV Perú” y estrenada el 2018, recrea los tiempos previos a la independencia y da pinceladas del porqué el Perú de hoy. En la actualidad está en la cartelera de Netflix. Adjunto enlace de un excelente artículo del académico Pablo Lacoste sobre la película: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/el-virreinato-del-peru-regresa-en-gloria-y-majestad-el-ultimo-bastion-la-serie-de-netflix/O222GHQJRRDK7A4G6S7P3RJ2NA/
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